jueves, 17 de mayo de 2012

Segunda Parte.-


…Hay más opciones…
Ensayo sobre los procesos electorales desde 1966 en Republica Dominicana.

Por Joel Herasme Melo
joelhmelo@gmail.com




En 1982 gana también el PRD con muchas dificultades en su interior,  y luego de 4 años de cambios, luchas sociales y un gobierno que reconfirmó el alto grado de corrupción e innumerables corruptos que solo esperaban su turno para mostrar todo lo contrario por lo que tanto habían luchado y llevado como insignia: la lucha contra la corrupción y a favor de los derechos humanos.
Joaquín Balaguer en 1986, ya con 80 años de vida, totalmente ciego, de salud evidentemente desmejorada, y que sus adversarios políticos entendieron que había llegado al ocaso de su carrera y casi al ‘‘umbral’’  de la muerte por su avanzada edad, gana sin sorpresas las elecciones, reivindicado por el nefasto gobierno de Jorge Blanco-PRD, amparado en una conservadora clase social -familias conocidas- beneficiarias de las riquezas del país regaladas por este: tierras, empresas, quiebras de otras para el monopolio de esas familias y de una cúpula militar y policial que aun pululaban con mucho poder en sus instituciones, los mismos que no dieron tregua en las persecuciones, encarcelamientos, represiones y muertes de aquel de sentimiento adverso al déspota de los 12 años; además de sus conocidas técnicas fraudulentas en los procesos electorales.

Bosch y Balaguer, los dos viejos caudillos antagónicos de la política dominicana protagonizaron nueva vez la escena electoral del pais en 1990,  con PRD totalmente dividido en su esfera mas alta y un liderazgo compartido que nunca se puso de acuerdo, sus partidarios se volcaron en un apoyo masivo al profesor Juan Bosch y el incipiente (en cuanto a fortaleza) Partido de la Liberación Dominicana en contra del PRSC y del Dr. Joaquín Balaguer.
Como si se tratase de la misma película-show reeditada, pero en épocas y circunstancias diferentes, con los mismos actores, Bosch y Balaguer, la trama del fraude de magnitudes catastróficas se repite y el octogenario político vegano es despojado del triunfo, haciendo éste la ya conocida ‘‘pasiva’’ oposición y discurso de siempre.

El período de 1990-94 de Balaguer-PRSC se caracteriza por una inestable gobernabilidad,  presiones internacionales y una clase político-social que veían al país en cierto letargo de desarrollo. Una desbordada corrupción en todas las áreas de la administración publica, impunidad galopante que se burlaba de todos por su desmedido poder, con casi todas las instituciones de los poderes de Estado y de la sociedad en sentido general: de justicia, legislativa, fuerzas armadas y policiales, medios de comunicación, gremios, sindicatos, asociaciones, etc., manipuladas y manejadas a conveniencias de ‘‘lo que diga Balaguer’’.

En las elecciones de 1994 el PRD esta vez gravitando alrededor de su líder histórico José Francisco Peña Gómez, va a la duela política enfrentando al PRSC de Joaquín Balaguer, esta lucha por el poder deja a la nación en una de sus peores crisis política y social de las ultimas décadas, que casi la lleva la borde de un insurrección –guerra-  civil y militar, debido al vil y trágico fraude impuesto desde la presidencia a la dividida y polarizada sociedad en posiciones antagónicas sensibles.

Después de las estruendosa y explosiva crisis se dan las negociaciones, ‘‘arreglos y mediaciones’’ que despojaron al gran líder de masas José Francisco Peña Gómez de la presidencia de la republica y ‘‘regalan’’ al Dr. Balaguer dos años del usurpado poder, acción sin precedentes en la historia republicana del país.

Ya en 1996 Balaguer se ve sin oportunidades de seguir en el poder por los cambios sociales, secuela de la crisis de dos años antes, dejando a Jacinto Peynado como candidato por el PRSC a la presidencia, fragmentando el voto de sus seguidores a favor del PLD que llevaba al novel y joven entonces Leonel Antonio Fernández Reyna, para que se den las condiciones de una segunda vuelta electoral, nueva formula impuesta por el poder legislativo y Balaguer para otra vez lograr que Peña Gómez-PRD no alcanzara el poder en las elecciones.



A la segunda vuelta van el PLD y el PRD, siendo el PRSC la tercera fuera política que decidiera quien ganaría; uniéndose ésta al PLD, en el  llamado ‘‘Frente Patriótico’’, pacto que llevó al Dr. Leonel Fernández a la presidencia de la republica.