El ejercicio del periodismo -o
hacer comunicación- en los distintos medios de difusión colectiva, léase prensa
escrita, radio, televisión, digitales, entre otros, se manifiesta casi siempre
de tres formas: periodismo informativo, de opinión y explicativo (interpretativo).
En cada uno se organiza de manera distinta la idea o tema a tratar de acuerdo a
la elaboración tomada por el periodista o comunicador.
El periodismo informativo intenta
poner –o pone – en conocimientos los hechos de interés general. El periodista
lo hace de forma objetiva, basado en unas pautas ya establecidas para su
elaboración y características propias; lo que cambia es el estilo personal de
quien informa y el enfoque tomado por éste del suceso.
Cuando el periodista analiza un
suceso o tema que se supone conocido apelando al lector, audiencia y/o público
haciendo un juicio o valoración de algún fenómeno o hecho; esta haciendo lo que
se conoce como periodismo de opinión, propio de editoriales, comentarios, artículos,
columnas, etc. El periodista o comunicador expone de forma critica sus
opiniones, juicios e ideas a la opinión publica buscando en ella una reacción. Estas
dos formas dan fe a la máxima que dice: ‘‘Los hechos son sagrados, los
comentarios son libres ’’.
La información debe estar al
momento de elaborarla lo mas ajustada a la realidad si el propósito es darla a
conocer como noticia; no así la opinión que son sugerencias sobre la interpretación
de hechos, y el resultado deben ser recibidas por los lectores como
apreciaciones, sacando sus conclusiones, no necesariamente tienen carácter de verdad
o se ajusta a la realidad, recuerda que los juicios humanos no son infalibles.
Ente estas dos esta el periodismo
explicativo, llamado por algunos como interpretativo, este trata de aclarar y
dar a entender las noticias, fenómenos o sucesos de interés; su finalidad es, al
igual que el periodismo informativo, informar pero no como una simple manera de
ofrecer noticias, sino que va mas allá intentando brindar una interpretación o
explicación mas profunda. Haciendo que el receptor (audiencia/publico) tenga
más elementos de juicio (datos) que les permitan valorar significativamente la actualidad
noticiosa. Apoyándose muchas veces en documentación detallada, fuentes, testimonios,
etc., para confirmar y robustecer lo que el periodista trata de ofrecer al público.
Por : Joel Quiterio Herasme Melo
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